Su arena fina y dorada, sus ideales aguas de oleaje tranquilo y su vegetación abundante que incluye palmeras, caobas y árboles frutales– la hacen en uno de los destinos más hermosos e ideales de la costa nayarita. Los visitantes llegan a descansar, nadar, esnorquelear y disfrutar el paisaje. Quienes se internen en la selva podrán observar castores, tejones, armadillos, ocelotes, aves tropicales y otras especies de animales silvestres. El encanto de este pueblo costero reside en sus atractivos naturales, la hospitalidad de su gente y su esfuerzo por cuidar el entorno natural. Además, esta población es un ejemplo de un proyecto turístico sustentable. Muchas familias rentan a los visitantes una habitación de sus viviendas, se trata de una opción de alojamiento muy concurrida que permite conocer las costumbres locales así como degustar exquisitos platillos de mariscos frescos hechos en casa. Asimismo, a 10 km de Chacala, entre la espesa selva, se asienta un conjunto de petroglifos (grabados en piedra) que ofrece un acercamiento al modo de vida de los antiguos habitantes de la región. ¡Ven a disfrutar la experiencia ideal!